El proceso de neurodesarrollo empieza a tan solo 3 semanas después de la concepción y, desde su inicio está siendo influenciado por factores genéticos y ambientales. En esta interacción dinámica entre genética y ambiente, el cerebro se va construyendo y dando lugar a un individuo único.

En los primeros años de vida, este proceso está altamente influenciado por los estímulos (o grupo de estímulos) provenientes de las experiencias que viven los niños y niñas en su entorno, con los adultos y con sus pares, lo que repercutirá directamente en la actividad neuronal, por actuar en estructuras y funciones altamente plásticas.

Esta compleja interacción bidireccional cerebro-ambiente, necesaria para construirnos como individuos y como especie, abre un significativo espacio para que las experiencias puedan modificar la arquitectura cerebral, permitiendo tanto el desarrollo de diferentes habilidades cuanto la contención del crecimiento y desarrollo del cerebro.

Las experiencias pueden modelar anatómica y funcionalmente al cerebro humano, y de una forma muy intensa en los primeros años de vida: experiencias correctas, efectos beneficiosos; experiencias incorrectas, efectos nocivos.

Entender el valor de la experiencia, su calidad, la cantidad, el “timing”, la relación con los insumos básicos para el crecimiento saludable, entre otros factores, permitirá que padres y educadores estén atentos con la construcción de experiencias positivas en esta fase tan importante del desarrollo humano, que es la infancia.

Dirigido a: padres y profesionales de la primera infancia 

Duración: 3 horas

Modalidad:  autónomo – EaD (educación a distancia)

Informes, inversión e inscripciones: info@neurocienciaeducacional.org

Contacto por WhatsApp: (+51)9664-81860