Actualmente en Perú, debido a la situación de la pandemia, ha surgido una diversidad de nuevos desafíos en la vida cotidiana. Uno de ellos es el rol que deben asumir los padres de familia y cuidadores frente a los retos que conlleva la educación virtual.
Debido al estado de emergencia, muchos niños y niñas se vieron obligados a dejar de asistir a clases y ciertos colegios privados pudieron hacerle frente a la situación para seguir con la educación desde cada hogar por medio de plataformas digitales. Por otra parte, el gobierno lanzó Aprendo en Casa, programa educativo al cual se puede acceder por medio de radio, televisión o internet.
Esto ha generado muchas preguntas en la puesta de límites sobre el uso de tablets, laptops, televisión, etc. pues estos dispositivos ya no tienen un uso exclusivo de entretenimiento, sino que ahora los niños están obligados a conectarse y estar frente a una pantalla para recibir educación, pasando en ocasiones muchas horas conectados. Sin embargo, es importante recordar que esta conexión no reemplaza la importancia de consolidar un vínculo directo entre los miembros de la familia. La presencia de los dispositivos tecnológicos nos ha permitido conectarnos con las noticias del mundo, con familiares que se encontraban lejos, el teletrabajo, la educación virtual, entre otras cosas, pero también nos ha desconectado de nuestros familiares más cercanos.
Frente a esto, el tomarse un momento en familia desconectados de toda tecnología es muy importante pues es un momento para incentivar el diálogo entre los miembros de la familia y así, comunicarse. Así mismo, vemos que algo positivo del teletrabajo es que muchas familias comparten diariamente el momento del almuerzo, costumbre que antes no se tenía porque los padres se encontraban trabajando y los hijos en sus centros de estudio.
Crear un espacio y un tiempo para compartir actividades juntos como armar rompecabezas, bailar, cantar, pintar o alguna actividad que como familia puedan compartir, no sólo los sacará de la nueva rutina que implica muchas veces estar frente a una pantalla, sino que los hará compartir con sus hijos y crear espacios que estimulen el desarrollo de diversas habilidades.
La otra cara de la moneda, es que aunque los programas educativos públicos son abiertos para toda la población escolar peruana, debido a la pobreza y extrema pobreza sumado a la falta de infraestructura para la conectividad solo un 53.1% de niños y niñas en edad escolar tienen acceso a internet. Para muchas localidades y pueblos pequeños encontrar señal radial a veces puede significar caminar durante dos horas. Este aspecto por otro lado está generando una brecha aún más grande entre escolares peruanos.
Es por ello que como padres o cuidadores debemos promover el desarrollo integral y saludable de nuestros hijos con actividades cotidianas que desarrollen competencia tales como: el cuidado del medio ambiente creando un pequeño huerto y cuidándolo, seleccionar la basura para hacer compost o eco ladrillos, o actividades que promuevan la autonomía como el ordenar su espacio de trabajo, cuarto, ordenar y limpiar sus juguetes y ayudar a ordenar la ropa limpia. Asimismo, pueden desarrollar habilidades motoras ayudando en tareas de la cocina, barriendo, limpiando, etc. Finalmente, actividades que promuevan la responsabilidad con actividades que estén a su cargo de manera rutinaria. Estas actividades deben ir acorde a la edad y al nivel de desarrollo de cada niño o niña, sin embargo, en todas estaremos creando un momento para vincularnos con ellos a través del calor humano y alejados de un dispositivo.
Si tenemos en casa niños menores de 8 años, recordemos que la infancia es una etapa crucial para el desarrollo de futuras habilidades porque el cerebro no para de desarrollarse, por ende, propongamos momentos de conexión y de desarrollo emocional, motor y cognitivo.
Fuentes:
INEI – Informe técnico N°2. Estado de la niñez y adolescencia. (Enero – Febrero – Marzo 2020)