Conversamos con Diego, un adolescente de 13 años que se encuentra cursando el segundo ciclo de secundaria en un colegio privado de Lima Metropolitana. Él como muchos otros estudiantes debieron adaptarse este año a las clases virtuales y aprender desde una nueva propuesta que los mantendría conectados con sus profesores y compañeros del colegio.

En sus ratos libres pasa tiempo en familia, le gusta pasear a su perro, jugar juegos de mesa.

Su familia está conformada por papá, mamá, hermana mayor y su mascota. Con su familia, se siente a gusto, hay confianza y la relación es positiva entre los miembros, aunque reconoce que prefiere pasar más momentos hablando con amigos y jugando, comprensible pues es lo normal al estar comenzando el periodo de la adolescencia.

Diego nos cuenta que desde el inicio del confinamiento es el que mejor ha manejado esta situación en casa ya que cómo él dice: “soy muy casero y estoy acostumbrado a pasar tiempo acá”. Él tiene un cuarto en el sótano equipado con su computadora para actividades personales y escolares, una televisión para ver Netflix y sus equipos de música (toca batería y guitarra) ese lugar es un espacio que le brinda libertad, diversión y aislamiento cuando lo necesita.

Nos comenta, que se ha adaptado exitosamente al colegio en línea y dice que le encanta poder dormir una hora más en las mañanas. Sus calificaciones han mejorado progresivamente desde que empezó esta nueva etapa. En cuanto al aspecto social, conversa en línea muy seguido con sus amigos y dice que para él la comunicación es la misma.

Diego, a diferencia de otros adolescentes de su edad, ha tomado este tiempo cómo un momento de tranquilidad en cuanto a su crecimiento personal y familiar. Esto se ve evidenciado en la madurez de como maneja las situaciones familiares desde la enfermedad de algunos, peleas entre hermanos, discusiones entre los miembros. Cuando se dan estos eventos él primero se toma un momento para respirar y pensar en la situación, luego analiza que hará, finalmente, responde a la situación como el cree conveniente.

Autora: Daniela Melgar