Es necesario difundir entre las mujeres que, en edad de concebir, que a partir de la tercera semana un pequeño embrión inicia su vida neuronal, lo cual implica el inicio de la formación de su sistema nervioso central y periférico.
Hay un componente que viene definido por la genética esto implica que ya hay una programación celular que acompañará el nuevo ser a lo largo de su vida, llevando información que lo hará único e irrepetible.
A partir del cierre del tubo neuronal se irá transformando en diferentes sistemas, a pesar de que gracias a la protección que brinda la placenta y el líquido amniótico la madre no deberá ingerir sustancias que puedan traspasar esta protección, así como deberá estar en un ambiente que le brinde un estado emocional estable y en paz.
Paralelamente, la madre deberá tener un buen nivel de acido fólico y proporcionar los nutrientes y vitaminas que aseguren el cierre del tubo y su posterior desarrollo (esto antes de salir embarazada)
A lo largo del embarazo semana a semana el crecimiento es acelerado incrementando el peso y talla el cual no se detendrá hasta la adultez cuando llegue a su madurez.
Alentar a las madres a estimular, y no sobre estimular, ya que sólo es necesario saber qué semana a semana se van formando el cerebro, el sistema nervioso y con ello las diferentes partes del cuerpo. Difundir que hay sustancias que hacen un daño directo al feto como son las drogas, alcohol y tabaco. El estado emocional de la madre afecta positiva o negativamente a estas nuevas interconexiones entre distintas áreas del cerebro en formación, muchas afecciones en este periodo resultan irreversibles pues acompañarán a este nuevo ser a lo largo de su desarrollo. El periodo de exuberancia neuronal que va hasta los 8 años aproximadamente resulta ser en el que hay mayor desarrollo proporcionalmente a nivel de sistema nervioso y de aprendizajes, es por ello la urgencia de brindar planes educativos orientados a la primera infancia.
El cerebro se irá modificando debido a los estímulos que reciba, y su desarrollo quedará sujeto a lo que el medio le proporcione, por ello un bebe atendido al que se le converse, se le brinde vínculos afectivos, que interactúe con su entorno, irá desarrollando de manera ventajosa, frente aquel bebe que su medio sea pobre en estímulos tanto físicos como emocionales o negligente. El proceso de mielinización dependerá de estas primeras interrelaciones con su medio y su propio cuerpo.
Por ello si sabemos que un bebe está en riesgo debemos de ponernos en contacto con los padres pues este periodo de plasticidad y exuberancia neuronal es crucial para habilitar vías alternas que suplan las áreas que requieran de intervención.