IMCE-ASEDH

Mascotas como compañeros de cuarentena

En los últimos años el número de investigaciones para entender la vida secreta de nuestras mascotas y el efecto que tiene una relación mascota-ser humano, ha aumentado exponencialmente. En la actualidad, sabemos que la presencia de las mascotas tiene mucha relación con el bienestar emocional y físico de la población en general, independientemente de su edad.

Algunos hallazgos interesantes empiezan décadas atrás:

  • Langston and Thoma (1984), encontraron efectos emocionales y psicológicos positivos, en sujetos que acariciaban a sus perros.
  • Zasloff y Kidd (1994), al estudiar estudiantes femeninas de una universidad, encontraron que las participantes que no tenían mascotas, se sentían significativamente más solas, con respecto a las que sí tenían mascotas
  • McConnell, AR, Brown, CM, Shoda, TM, Stayton, LE y Martin, CE (2011) demostraron en su investigación las consecuencias positivas de la tenencia de mascotas.

Varias investigaciones han concluido que:

  • Las mascotas pueden reducir significativamente los sentimientos de soledad y compensar la falta de contacto con demás personas
  • Los animales pueden servir como fuente de apoyo y consuelo, además, los perros pueden actuar en apoyo a niños y niñas con algún trastorno del neurodesarrollo
  • Personas adultas que tienen mascotas pueden experimentar un aumento de la motivación, del sentido de responsabilidad y de la orientación hacia la realidad, lo que crea un espacio en donde la mascota es un puente entre el dueño y el momento presente.
  • La relación de las personas con sus mascotas, especialmente los perros y gatos, ayuda en la reducción del estrés, de la ansiedad, la depresión o soledad, pues activa la alegría, la disposición física y un intercambio de cariño significativo.
  • Los niños experimentan sentimientos de responsabilidad, seguridad y emociones positivas cuando juegan con sus mascotas.
  • Los dueños de mascotas, además, tienen la salud física favorecida por la interacción y las actividades físicas que realizan, conllevando a una reducción de niveles altos de presión arterial y de estrés tóxico.
  • Convivir con una mascota impacta en la autoestima, en la forma física, en el nivel de autoconciencia y en los estilos de relación más saludables.
  • Las mascotas mejoran nuestra salud mental

 

Los diferentes beneficios que trae consigo tener una mascota, podrían ayudarnos a mantenernos motivados y acompañados durante estos momentos de distanciamiento social, donde por lo general muchos de nosotros podríamos sentir modificaciones en nuestra conducta, sentimientos y pensamientos.

Para algunas personas, el hecho de quedarse en casa las afectan demasiado, sin embargo, para otras no habrán muchos cambios a nivel intrapersonal. Sea cual fuera tu situación, es importante saber que si tenemos una mascota, podemos confiar en que ella nos ayudará a hacer este tiempo de cuarentena lo más llevadero y divertido posible. Sus ocurrencias y juegos podrán llenar los momentos en que nos sintamos abrumados con la situación por la que estamos pasando y elevar nuestras emociones positivas, pues finalmente, las mascotas nos llenan de amor, un amor casi incondicional, si no estás al lado de un buen pedazo de filet, por supuesto!

 Autor: ASEDH

Colaboradora: Maria José Castro Babbini

Referencias

  1. Baun, M. M., Bergstrom, N., Langston, N. F., & Thoma, L. (1984). Physiological effects of human/companion animal bonding. Nursing Research. US: Lippincott Williams & Wilkins. https://doi.org/10.1097/00006199-198405000-00002
  2. McConnell, A. R., Brown, C. M., Shoda, T. M., Stayton, L. E., & Martin, C. E. (2011). Friends with benefits: On the positive consequences of pet ownership. Journal of Personality and Social Psychology. McConnell, Allen R.: Department of Psychology, Miami University, Oxford, OH, US, 45056: American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/a0024506
  3. Zasloff, R. L., & Kidd, A. H. (1994). Loneliness and pet ownership among single women. Psychological Reports. US: Psychological Reports. https://doi.org/10.2466/pr0.1994.75.2.747

alandavere

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *