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Los niños y adolescentes con autismo durante la pandemia, cómo se han adaptado a los nuevos cambios

Ayer tuvimos una entrevista con Jacqui, mamá de Luis, un chico adolescente con diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA) de 17 años. 

Previo a la situación actual y cuarentena, 15 de marzo de 2020, Luis hacía una vida regular. Disfrutaba del verano, iba a clases de música y gustaba mucho de tocar instrumentos, paseaba en el parque y podía salir con libertad de casa.

 

Dada la declaración del estado de emergencia, sus padres buscaron la mejor manera de explicarle a Luis lo sucedido y cómo sería su vida a raíz de la pandemia.  En un principio, no lo pusieron al tanto ya que sus padres no sabían cómo manejarlo, sin embargo, tiempo después, se le dijo que “había un virus afuera” y que no podría salir.  Debían protegerse y la mejor manera de cuidarse era permanecer en casa y mantenerse distanciados de las personas que no vivían en casa. Le comentaron de las ventajas de todo esto, más tiempo para estudiar, para tocar sus instrumentos y más tiempo con su mascota.  Luis, por ser un adolescente con diagnóstico de autismo, es muy metódico y cuando se le detallan las cosas con pautas claras lo entiende, es así que se quedó tranquilo con la explicación.

El 01 de abril de 2020, el presidente de la Nación autorizó a las personas con trastorno del espectro autista (El Peruano, 2020) a realizar paseos cortos de 15 minutos acompañados de un adulto responsable para mantener su salud emocional, y dentro de las limitaciones que establece el aislamiento e inmovilidad social obligatoria. Ese día los padres de Luis le comentaron sobre dicha autorización, pero no lo aceptaba ya que, si el virus seguía afuera, él no debía salir.  Con paciencia, sus papás le hicieron entender que, si uno se protegía adecuadamente, era menos probable que uno se contagie.

Así, en las siguientes semanas, Luis salió a dar sus primeros paseos de 15 minutos acompañado de su mamá. Por ser muy detallista y minucioso con las medidas de seguridad, cuando veía a alguien acercarse le decía: “no te acerques”, y cruzaba la calle; si veía alguien sin mascarilla decía “ponte la mascarilla, es obligatorio”.

Con respecto a las actividades en casa, Luis al igual que muchas personas debió adaptarse.  Cambió de un colegio regular a un CEBA (Centro de Educación Básica Alternativa), éste le permitía hacer las tareas con mayor tiempo, los videos con las clases se los enviaban grabados y sus padres podían pausar cada vez que él tuviera una duda.

La pandemia se volvió una oportunidad para probar cosas nuevas como ver televisión ya que antes no le había generado curiosidad, ahora ve documentales relacionados con sus intereses (animales), asimismo, ha aprendido a tejer.  Luis es una persona de rutinas por lo que es sencillo mantenerse ocupado y entretenido en el día a día; suele tocar la batería, la guitarra, le gusta cantar, juega con su mascota, busca el significado de algunas palabras en su computadora (cómo un diccionario) y juega con su celular.

Este relato sobre Luis nos muestra que podemos transformar desafíos en oportunidades. Para Luis esta situación de confinamiento fue un momento de aprendizaje donde junto a sus padres vienen encontrando la ocasión perfecta de hacer algo que siempre quisieron, pero lo postergaban. Nunca es tarde para atreverse.

alandavere

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